La decisión de prohibir o limitar el cultivo de productos modificados genéticamente por parte de los Estados miembros sólo se limitará al plano medioambiental o agrícola (resistencia a los pesticidas, las plagas que puedan sufrir las cosechas o la amenaza a la biodiversidad). La propuesta, por tanto, no entra en cuestiones sanitarias.
Lepage comentó que "es necesario que los Estados miembros puedan prohibir o limitar los cultivos modificados genéticamente cuando así lo justifique su impacto agrícola, medioambiental o socioeconómico". Los europarlamentarios creen que esta nueva propuesta otorgará a los Veintisiete mayores garantías jurídicas frente a eventuales decisiones de la Organización Mundial del Comercio tome sobre este tipo de productos.
En cualquier caso, no se alterará el procedimiento de autorización sobre OMG establecido por la Comisión Europea, y que se apoya en un estudio de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. Será un complemento más para evaluar las posibles consecuencias sanitarias y medioambientales de estos productos.
Miércoles, 13 de abril de 2011/ Parlamento Europeo.
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