En una declaración de intenciones firmada el pasado viernes, la FAO y la UE se comprometieron a trabajar en estrecha colaboración para reducir a la mitad el volumen de residuos de alimentos per cápita en 2030, un objetivo establecido en la nueva agenda global que involucra los objetivos del desarrollo sostenible. A través de esta carta, también se comprometen a intensificar su cooperación en la lucha contra la propagación de la resistencia antimicrobiana (AMR) en las granjas y en los sistemas alimentarios.
Preocupaciones compartidas
Globalmente, un tercio de los productos alimenticios destinados al consumo humano (1.300 millones de toneladas) se pierden o se eliminan cada año, lo que provoca considerables pérdidas financieras y el desperdicio de recursos naturales. Sólo en Europa, se desperdician unos 88 millones de toneladas de alimentos cada año, con unos costes asociados a la UE estimados en 143.000 millones de euros.
Al mismo tiempo, el aumento del uso - o mal uso - de medicamentos antimicrobianos en las áreas de la salud humana y animal ha contribuido a un aumento de los patógenos resistentes. La AMR es, por lo tanto, una amenaza creciente que, según algunos estudios, podría causar hasta 10 millones de muertes al año y generar más de 85 millones de euros de pérdidas para la economía mundial para 2050. Además de los riesgos para la salud pública, la AMR también tiene implicaciones en la seguridad alimentaria y el bienestar económico de millones de granjas en todo el mundo.
Aliados naturales
Esta cooperación más estrecha entre ambas organizaciones demuestra que las prioridades de la FAO y la UE se superponen en el ámbito de la seguridad alimentaria y la inocuidad de los alimentos.
La FAO está haciendo un esfuerzo internacional para mejorar la medición de las pérdidas y desperdicios mundiales de alimentos, incluso mediante la publicación de un índice mundial anual de pérdidas de alimentos; la Comisión Europea también está trabajando en el desarrollo de una metodología para medir el desperdicio alimentario como parte de su "Plan de Acción de la Economía Circular". La FAO es ya un miembro activo de la Plataforma de la UE para el desperdicio de alimentos.
En junio, la Comisión Europea adoptó un nuevo plan de acción de la UE sobre la resistencia a los antimicrobianos, basado en el concepto de "Una Salud" y plenamente en línea con el Plan de Acción Mundial de la OMS sobre AMR y y el Plan de Acción de la FAO sobre el AMR 2016-2020, que se centra específicamente en este tema dentro de las cadenas alimentarias.
Existen muchas oportunidades para la explotación estratégica de los conocimientos y recursos disponibles en ambas organizaciones. Estos incluyen:
- sincronización de los esfuerzos para cuantificar el desperdicio de alimentos en cada etapa de la cadena alimentaria;
- fortalecer el intercambio de información y pruebas sobre el uso de agentes antimicrobianos en la producción de alimentos y las mejores prácticas en la gestión de la AMR;
- promover la información y educación del uso responsable de los antimicrobianos y mejorar la higiene a nivel de la explotación, con miras a limitar la necesidad de utilizarlos;
- ayudar a los países en el desarrollo de su legislación sobre el uso de antimicrobianos;
- capacitación conjunta y creación de capacitación para mejorar la vigilancia nacional sobre el uso de antibióticos en los sistemas alimentarios y poder determinar la presencia de AMR.
Viernes, 29 de septiembre de 2017/ EC/ Unión Europea.
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