La Unión Europea (UE) publicó a finales de enero una Propuesta de Reglamento para modificar los derechos de aduana aplicables a las importaciones de determinadas mercancías originarias de Rusia y Bielorrusia, incluyendo los abonos nitrogenados.
En 2023, las importaciones de urea y abonos nitrogenados rusos en la UE alcanzaron 3,6 millones de toneladas, y en 2024 han aumentado significativamente. La Comisión Europea argumenta que mantener las importaciones en las condiciones actuales podría hacer a la UE vulnerable a presiones económicas y geopolíticas de Rusia. Por ello, se propone la adopción de medidas arancelarias para reducir la dependencia económica de estas importaciones.

La preocupación radica en que la producción rusa de abonos podría redirigirse hacia la UE, intensificando las importaciones y generando un desequilibrio en el mercado europeo, perjudicando a los productores de la UE, que ya enfrentan costes elevados debido al alto precio del gas. La industria de abonos nitrogenados de la UE es clave para la seguridad alimentaria, ya que el sector agrícola depende de estos fertilizantes. Por ello, se considera esencial limitar la dependencia de los abonos rusos y proteger la viabilidad de la industria europea.
Por su parte, la organización Copa-Cogeca, que representa a los agricultores y cooperativas agrícolas de la UE, ha manifestado su preocupación ante la propuesta de la Comisión. Si bien reconoce la necesidad de reducir la dependencia de Rusia, advierte que incrementar los aranceles sobre los fertilizantes podría elevar aún más los costes de producción agrícola, afectando la competitividad del sector y la rentabilidad de las explotaciones. Copa-Cogeca subraya la necesidad de medidas equilibradas que protejan la producción agrícola sin generar un impacto negativo en los agricultores europeos.
5 de marzo de 2025/ Redacción 333 a partir de datos de la UE y del Copa-Cogeca.