La Comisión europea publicó la pasada semana una propuesta encaminada a limitar la conversión de tierras para producción de biocombustibles. La utilización de biocombustibles basado en cultivos destinados a la alimentación se reducirá del 10% al 5%, esto permitirá estimular el desarrollo de alternativas, conocidas como biocumbustibles de segunda generación a partir de materias primas no destinadas a alimentación, como paja o residuos, que emiten una cantidad sustancialmente menor de gases con efecto invernadero en comparación con los combustibles fósiles y no interfieren en la producción global de alimentos.
Por primera vez, la estimación de los impactos globales - el cambio indirecto del uso de la tierra (ILUC) - será considerado a la hora de evaluar el rendimiento de gases de efecto invernadero de los biocombustibles.
La Comisión propone la modificación de la legislación vigente sobre combustibles mediante las directivas de Energía y de Calidad de los Combustibles.
Miércoles, 13 de octubre de 2012/ Comisión europea/ Unión Europea.
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