La Comisión ha publicado dos informes sobre el etiquetado de origen de los alimentos, conforme a lo solicitado por el Consejo y el Parlamento Europeo. Ambos informes concluyen que los beneficios de los nuevos requisitos de etiquetado obligatorios no aumentan de forma clara los costos y que las normas de etiquetado voluntarias parecen ser la solución más adecuada.
El primer informe analiza la viabilidad de las diferentes opciones para el etiquetado de origen obligatorio para los productos lácteos y las carnes de menor importancia, en especial la carne de caballo, carne de conejo y de caza y aves (cría y silvestres), dado que las normas de etiquetado ya están vigentes para la carne de vacuno, de porcino, pollo, ovino y caprino. Teniendo en cuenta la actitud de los consumidores frente a la información adicional y los costos adicionales potenciales, así como los requisitos técnicos y administrativos que se derivan para las empresas y las autoridades públicas, el informe concluye que habría un impacto desigual entre los productores, siendo más gravosa para unos que para otros. También parece que los consumidores no están dispuestos a pagar más por la información adicional. Por ello, el informe sugiere que las opciones existentes para el etiquetado voluntario podrían abordar algunas demandas de los consumidores al tiempo que conserva la flexibilidad para los Estados miembros y los operadores alimentarios. Para las "carnes minoritarias", el informe concluye igualmente que el etiquetado de origen obligatorio implicaría costos operativos que no superan los beneficios.
El segundo informe explora la necesidad de los consumidores de ser informados sobre el origen de los alimentos no elaborados, los productos a base de un sólo ingrediente o los ingredientes que representen más del 50% de un alimento. El informe concluye que los consumidores están interesados en el etiquetado de origen para todas estas categorías de alimentos, pero no tanto para las categorías de alimentos como la carne, los productos cárnicos y los lácteos. El informe también analiza los costos y beneficios de las normas de etiquetado, incluido el impacto en el mercado interno y en el comercio internacional, y concluye que el etiquetado de origen voluntario, combinado con los regímenes de etiquetado de origen obligatorio existentes para alimentos o categorías de alimentos específicos, es la forma más adecuada de avanzar en este aspecto.
Miércoles, 20 de mayo de 2015/ CE/ Unión Europea.
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