Fischer Boel, apoyada por países como España, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Portugal, Reino Unido, Rumania y la República Checa, ha defendido la necesidad de llegar a un acuerdo que solucione el problema de abastecimiento existente debido al bloqueo de partidas de soja y maíz con restos de OGM. En este caso la Comisaria ha informado que se trata de rastros de OGM con informes favorables por parte de la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA) pero no autorizados aún por la Unión Europea.
La UE importa anualmente casi dos tercios de los 33,5 millones de toneladas de harina de soja utilizada para la fabricación de piensos. Este año unas 200.000 toneladas de soja procedente de EE.UU. han sido bloqueadas en los puertos de la UE y la situación se está viendo agravada por la sequía en Argentina, uno de los mayores proveedores de la UE.
Lunes, 7 de septiembre de 2009/ The Financial Times.
http://www.ft.com