Según un comunicado de prensa de la Asociación Británica de Procesadores de Carne, el país se enfrenta a una escasez de CO2 en la industria de alimentos y bebidas, y se estima que las existencias actuales de gas se acabarán el 1 de octubre. Si esto sucede, algunos mataderos tendrán que dejar de sacrificar animales y cerrar las líneas de producción, lo que puede conllevar a tener que retener los animales a peso de sacrificio en la granja y al posterior "sacrificio humanitario" en ellas.
La cadena de suministro de alimentos británica depende de un pequeño número de importantes productores de fertilizantes para obtener su CO2 , que es un subproducto del proceso.
La BMPA está pidiendo al gobierno que regule y monitoree más de cerca el mercado del CO2 para evitar futuras escaseces e interrupciones.
20 de septiembre de 2021/ Redacción 333 a partir de informaciones del BMPA.