El Consejo Internacional de Cereales (CIC) ha publicado su primera serie de previsiones referente a la oferta y la demanda total de cereales para 2022/23, que son provisionales debido al conflicto en la región del Mar Negro. A pesar del aumento de las existencias, se prevé que la oferta mundial de cereales (producción más existencias iniciales) se contraiga ligeramente debido a una caída más pronunciada de la producción, que se situará en 2.275 millones de toneladas, casi un 1% por debajo respecto el año anterior. Aunque se prevé que el crecimiento del consumo sea más lento que la media, los inventarios de final de temporada se ven fuertemente reducidos.
En 2022/23, se prevé un descenso de 13 millones de toneladas en la producción total de cereales, con reducciones en el maíz (-13 millones), el sorgo (-2 millones) y el trigo (-1 millones), pero con aumentos previstos en la cebada (+2 millones) y la avena (+2 millones). A pesar de las previsiones de un crecimiento más lento que la media en el consumo de piensos y alimentos, ligado a unos precios altos y al consiguiente racionamiento de la demanda, se espera que el consumo mundial alcance un nuevo máximo. Con 581 millones de toneladas a finales de 2022/23, se prevé que las existencias mundiales sean 26 millones menos que antes, principalmente por la escasez de maíz y trigo. El comercio mundial disminuirá por segundo año consecutivo, un 2%, hasta 407 millones de toneladas.
En cuanto a la soja, se prevé que la producción mundial de 2022/23 alcance un máximo de 383 millones de toneladas, lo que supone un aumento respecto el año anterior del 10%, y se prevé un aumento del consumo y de las existencias. Suponiendo una disponibilidad amplia y a precios atractivos, el comercio podría crecer un 7% respecto el año anterior.
21 de abril de 2022/Consejo Internacional de Cereales.
https://www.igc.int