Los principales responsables de la resistencia a los antimicrobianos en los alimentos de origen vegetal o en la acuicultura son los fertilizantes de materia fecal, el riego y el agua. En la producción de animales terrestres, las fuentes potenciales son los piensos, los seres humanos, el agua, el aire o el polvo, el suelo, la fauna, los roedores, los artrópodos y los equipos utilizados, afirma la EFSA.
Por primera vez, los expertos de la EFSA han evaluado cómo afectan los entornos de producción de alimentos a la aparición y propagación de la resistencia a los antimicrobianos. Identificaron las principales fuentes de genes y bacterias resistentes a los antimicrobianos, aunque los datos actuales no permiten cuantificar la contribución específica de cada una de ellas a este problema mundial.
La EFSA determinó como máxima prioridad para la salud pública las bacterias y genes resistentes que pueden transmitirse a través de la cadena alimentaria y revisó la bibliografía científica para describir su presencia en esas fuentes ambientales.
Entre las medidas para limitar la aparición y propagación de esta resistencia en los entornos de producción de alimentos se incluyen la reducción de la contaminación microbiana fecal de los fertilizantes, el agua y los piensos, así como la aplicación de buenas prácticas de higiene. Los expertos también formularon recomendaciones sobre ámbitos prioritarios de investigación que contribuirían a colmar las lagunas existentes en materia de datos, lo que ayudaría a los gestores de riesgos de la UE a aplicar el Plan de Acción de la UE «Una sola salud» contra la resistencia a los antimicrobianos.
15 de junio de 2021/ EFSA/ Unión Europea.
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