Durante la reunión de los Estados Parte en la Convención sobre las Armas Biológicas y Toxínicas, el Dr. Bernard Vallat, Director General de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), hizo un llamamiento para que se tomen medidas contra la amenaza creciente que los patógenos animales plantean a la seguridad mundial.
La liberación accidental o deliberada de patógenos animales puede tener repercusiones desastrosas para la salud pública, las economías y la estabilidad social, porque el 60% de las enfermedades infecciosas humanas provienen de los animales (zoonosis) y todas las enfermedades infecciosas de los animales también causan enormes pérdidas a la agricultura. Por ello, la mayoría de agentes que pueden utilizarse como armas biológicas son patógenos de origen animal.
Los mecanismos de vigilancia eficaz, de detección temprana y de respuesta rápida a las enfermedades animales que cumplen las normas internacionales promocionadas por la OIE constituyen la defensa más eficaz contra los brotes de enfermedades animales infecciosas, sean de causa natural, accidental o intencional. Las normas de laboratorios de la OIE para la gestión del riesgo biológico también protegen contra la liberación accidental de patógenos de los laboratorios y evitan que estos caigan en manos indebidas.
Hoy, lamentablemente, la calidad de los mecanismos de vigilancia y de respuesta a las enfermedades animales varía de un país a otro; y en nuestro mundo globalizado, las debilidades de un país se ciernen como una amenaza sobre todos los demás países.
Hoy, el movimiento de la gente, de los animales y de los bienes de consumo posibilita la propagación rápida de las enfermedades infecciosas animales: SARS, gripe aviar, la enfermedad de las vacas locas y el Ébola, son ejemplos que ilustran las consecuencias potencialmente desastrosas que pueden ocasionar los patógenos animales si no son eliminados en su fuente de origen.
Lunes, 10 de diciembre de 2012/ OIE.
http://www.oie.int