El sistema, completamente automatizado, funciona con tres módulos, el primero, de fabricación española, separa el 93% de los sólidos utilizando poliacrilamidas. Una vez separados los sólidos, permanece una pequeña cantidad de materia orgánica suspendida, que todavía contiene una cantidad significativa de amoníaco y fósforo solubles.
El segundo módulo, de factura japonesa, elimina el 95% de amoníaco y nitrógeno mediante un proceso biológico. Funciona incluso a temperaturas bajo cero.
El último módulo separa el fósforo y el fosfato cálcico y destruye patógenos alcalinizando el pH.
Miércoles 02 de marzo de 2005/ARS/EEUU
Agricultural Research Magazine. Vol. 53(3)