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Ante la inminente publicación de la nueva Norma de Calidad por parte del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, los miembros del “Manifiesto del Cerdo Ibérico” quieren trasladar a la opinión pública la realidad de un sector señero en la gastronomía mundial, esencial en la economía de las sierras y zonas desfavorecidas de nuestra geografía, necesario para el sostenimiento de 1,5 millones de hectáreas de dehesas, de cientos de miles de personas empleadas, decenas de miles de negocios, empresas y explotaciones agrícolas y ganaderas, así como de 45 millones de españoles consumidores, a los cuales se les debe asegurar, por encima de todo, el que tengan a su disposición la información real, la transparencia comercial y los datos necesarios para asegurarles algo tan fundamental, en todos los órdenes de la vida, como es la libertad y el derecho a elegir.
Por tanto, queremos animar al Ministerio para que lleve adelante el proyecto de Norma que presentó al sector el pasado 17 de diciembre, el cual recoge las premisas necesarias de transparencia, claridad y mejores garantías para los consumidores, con unas reglas de juego entendibles por todos y donde la verdad impera.
Por todo esto decimos:
- Que el Cerdo Ibérico tiene un origen definido, a nivel de raza autóctona, alimentación, costumbres de cría, ubicación natural y geográfica; todo ello único a nivel mundial, algo reconocido por todos los consumidores, de ahí su prestigio, no solo en España, sino en el resto del mundo por una calidad incomparable con otros productos cárnicos similares que puedan existir.
- Que en un momento reciente de la historia de este sector, parte del mismo decidió incorporar una raza porcina blanca y americana (Duroc), para su cruzamiento con nuestra raza autóctona, con el único fin de aportar más precocidad y mayores rendimientos industriales, (cantidad frente a la calidad).
- Que el resultante de este cruce de razas, Ibérico-Duroc, se utiliza principalmente en el cebo intensivo, es decir, animales estabulados en granjas o naves industriales y alimentados con piensos.
Entonces, atendiendo a las principales premisas, entendemos que la nueva Norma debe permitir de forma sencilla al consumidor a:
- Identificar si el jamón es de raza Ibérica 100%, o cruzado con la raza de porcino blanco Duroc.
- Identificar si el jamón ha pertenecido a un cerdo criado en una Dehesa al aire libre, o por el contrario, criado de forma intensiva en naves industriales.
- Identificar si dicho jamón procede de un cerdo alimentado solo con bellotas, hierbas y recursos naturales de las Dehesas, o exclusivamente con piensos.
- Dicha identificación debe, a nuestro juicio, formar parte y con carácter obligatorio, en la designación del producto según lo regulado en la Norma de Calidad propuesta.
Si queremos seguir representando el producto más venerado del liderazgo mundial de la gastronomía española, debemos adoptar medidas, normas y mecanismos de control para mantener un producto 100% artesano y elaborado en España. No podemos ceder ante las presiones de las industrias cárnicas que, motivadas exclusivamente por criterios de volumen y rentabilidad, niegan la transparencia y la información veraz al consumidor.
El buen jamón ibérico es parte de nuestro patrimonio nacional y como tal es uno de sus más afamados protagonistas.
Muy feliz año.
Fdo. José Luis García Palacios Álvarez como portavoz y en nombre de los firmantes del Manifiesto en defensa de la raza porcina ibérica
27 de diciembre de 2012 - Manifiesto en defensa de la raza porcina ibérica
