2016 se caracterizó por una disminución constante de los precios de los cereales, que cayeron un 9,6 por ciento en relación a 2015 y un 39 por ciento desde su nivel máximo de 2011. Al mismo tiempo, los precios del azúcar y los aceites vegetales subieron a lo largo del año un 34,2 y un 11,4 por ciento, respectivamente.
"La incertidumbre económica, incluyendo las fluctuaciones en los tipos de cambio, influirán aún más posiblemente en los mercados alimentarios este año", aseguró Abdolreza Abbassian, economista principal de la FAO.
El índice de precios de cereales de la FAO -que había permanecido en general estable desde septiembre-, subió un 0,5 por ciento en diciembre, al fortalecerse los precios del arroz y el maíz, mientras que las previsiones de una mayor producción de la esperada en Australia, Canadá y la Federación de Rusia hicieron descender los precios del trigo.
El índice de precios de los aceites vegetales de la FAO subió un 4,2 por ciento en relación a noviembre, cerrando el año con un incremento de dos dígitos y en su nivel más alto desde julio de 2014. Subieron los precios del aceite de palma y del aceite de soja, los primeros debido a los escasos inventarios mundiales y la falta de suministros, y los últimos por la perspectiva de un uso creciente en los sectores del biodiesel en América del Norte y del Sur.
El índice de precios de la carne de la FAO se situó en un promedio de 161,5 puntos en diciembre, esto es, 1,8 puntos (un 1,1 %) por debajo del valor revisado de noviembre. En particular, cayeron las cotizaciones de la carne de ovino y bovino, mientras que las de la carne de aves de corral y de porcino solo disminuyeron ligeramente. A pesar del modesto crecimiento en el transcurso del año, el valor promedio del índice en 2016 se ubicó un 7 % por debajo del de 2015; los mayores descensos se registraron en los casos de las carnes de bovino y aves de corral.
Jueves, 12 de enero de 2017/ FAO.
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