Entre las principales conclusiones de este estudio destaca la asociación que los europeos hacen de la alimentación con el placer, ya sea porque piensan en la selección de productos frescos y sabrosos (58%) o en el disfrute de una comida con los amigos o la familia (54%). En cambio, sólo el 37% se muestra preocupado por la seguridad de los alimentos o por cuestiones nutricionales.
Ante posibles riesgos alimentarios que pudieran atentar contra su seguridad, la mayoría dice sentirse más amenazada por la crisis económica o la contaminación, que por la comida. De hecho, la mayor parte de los encuestados no mostró de forma espontánea ninguna preocupación por los riesgos relacionados con los alimentos. Sin embargo, cuando se les preguntó específicamente, afirmaron estar “muy preocupados” por los residuos de pesticidas en frutas, verduras o cereales (31%); por los residuos de antibióticos u hormonas en la carne (30%); por la clonación de animales para productos alimentarios (30%), y por la presencia de con¬taminantes, como el mercurio, en el pescado, o las dioxinas en el cerdo (29%).
Miércoles, 27 de abril de 2011/ AESAN/ España.
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