La propuesta integra consideraciones relativas al bienestar de los animales en el diseño de los mataderos así como un control regular de los sistemas de aturdimiento. Los mataderos, a excepción de los de pequeño tamaño, deberán asignar un responsable del bienestar de los animales y el personal deberá estar formado y cualificado en este sentido. Tras el aturdimiento los animales deberán ser controlados para asegurar que no retoman la consciencia antes del sacrificio. Además, los fabricantes de aparatos de aturdir deberán proveer instrucciones para garantizar el bienestar de los animales. Por otro lado, los Estados Miembros deberán crear centros nacionales de referencia sobre bienestar que aportarán apoyo técnico al personal de los mataderos e inspectores oficiales.
Jueves, 18 de septiembre de 2008/ Comisión Europea.
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