Un informe de la Comisión Europea muestra que, gracias al Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF) de la UE, se han evitado o reducido muchos riesgos alimentarios y que los controles de seguridad garantizan la inocuidad de nuestros alimentos.
En 2011 se transmitieron 9.157 notificaciones a través del RASFF relacionadas con incumplimientos de la legislación alimentaria de la UE, 617 de las cuales se referían a riesgos graves. En la mayoría de los casos no se trataba de notificaciones nuevas (3.812) sino de notificaciones de seguimiento (5.345), lo que refleja una mayor eficacia del sistema, gracias a una mejor selección y un seguimiento más extenso.
De las 3.812 notificaciones nuevas, 3.139 se referían a alimentos, 361 a piensos y 312 a materiales en contacto con alimentos. Entre los problemas más notificados figuran la presencia de aflatoxinas en los piensos, las frutas pasas y los frutos de cáscara y la migración de sustancias químicas de utensilios de cocina procedentes de China.
Uno de los logros particulares ha sido el refuerzo de los controles de seguridad en las fronteras de la UE. Casi la mitad de las notificaciones estaban relacionadas con alimentos y piensos rechazados en dichas fronteras. Cuando se detecta uno de estos productos, el RASFF informa al tercer país de procedencia y le pide que adopte medidas correctoras y evite que el problema vuelva a producirse. Cuando se detecta un problema grave y persistente, la Comisión pide al país en cuestión que aplique medidas correctoras urgentes, como la supresión de establecimientos de las listas, el bloqueo de las exportaciones o la intensificación de los controles.
Viernes, 20 de julio de 2012/ Comisión Europea/ Unión Europea.
http://europa.eu/rapid