Si bien la caudofagia provoca problemas de bienestar y se asocia a una variedad de cambios patológicos que se extienden desde abscesos espinales a piemia en diversas partes del cuerpo, el corte de colas es doloroso en su ejecución y también puede comportar dolor a largo plazo como por ejemplo la formación de neuroma.
Teniendo en cuenta que una de las causas de este comportamiento es la necesidad de hozar, según la EFSA existen varios factores que pueden causar la presencia de caudofagia como la ausencia de paja, la utilización de suelos de slat o un ambiente estéril. La utilización de camas de paja (preferible mayor cantidad de paja y que esta sea larga mejor que cortada) puede minimizar esta problemática. Respecto al enriquecimiento ambiental con juguetes (cadenas, palitos para masticar), existen pocas evidencias que reduzcan este comportamiento anormal. Se ha evaluado también la heredabilidad detectando que es lo suficientemente alta para su selección y se ha observado la presencia de una correlación fenotípica entre una mayor tendencia a la caudofagia y un mayor índice de crecimiento magro. Por otro lado la competencia por la comida, una ingesta inadecuada, una deficiencia en sodio o aminoácidos esenciales así como un cambio brusco de dieta (especialmente una menor densidad de nutrientes) son factores que pueden favorecer la caudofagia. En relación con las condiciones climáticas, tanto el estrés por calor como por frío así como las corrientes de aire aumentan el riesgo de mordeduras. Este se incrementa también en otoño.
La eficacia del corte de la cola para reducir la frecuencia de la caudofagia es muy difícil de estimar si bien es uno de los sistemas más eficientes en los sistemas intensivos actuales, aunque no elimina totalmente el problema cuando persisten las condiciones desfavorables.
Jueves, 6 de diciembre de 2007/ EFSA
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