Según el Dr. Harold Gonyou, en un esfuerzo de maximizar la eficacia económica de las explotaciones porcinas, la tendencia en los alojamientos individuales para cerdas ha sido a disminuir su tamaño, afectando de forma negativa sobre la longevidad de las cerdas.
Según los resultados el estudio, mientras que una cerda primípara necesita un alojamiento de unos 56 cm de ancho, en el momento de su segundo y tercer parto necesitará unos 61 cm. Para obtener el mismo grado de libertad de movimiento, un animal de cuarto o quinto parto necesitará 66 cm o incluso 71 cm. Según el Dr. Gonyou, las explotaciones porcinas deberían tener alojamientos individuales para cerdas gestantes con diferentes medidas en función de la edad de las cerdas y de su tamaño. Sin embargo, los productores decididos a ampliar estos alojamientos deben considerar también el alojamiento de las cerdas en grupo, económicamente más efectivo.
Jueves, 4 de diciembre de 2003/Farmscape/Canadá
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