El aumento del precio de los piensos, la reducción del precio de los animales en vivo así como la liberalización de los mercados, con la consiguiente importación de carne de porcino de otros países de la UE, ha provocado esta situación. A todo esto se suma un sistema productivo muy disperso y con bajo rendimiento, con una media de 25 cabezas por explotación. Además, esta reducción en la cabaña porcina también ha afectado a los mataderos polacos, con solo 500, de los 1000 mataderos existentes, en funcionamiento.
Jueves, 11 de septiembre de 2008/ Noticias del Exterior/ MARM/ España.
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