IBERAICE, la asociación que agrupa a más del 95% de las empresas elaboradoras del sector del cerdo ibérico, ha manifestado su confianza en la buena voluntad del equipo del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, tras las reuniones mantenidas con la industria, los productores y las Comunidades Autónomas, para sacar adelante una nueva Norma de Calidad para la carne, el jamón, la paleta y la caña de lomo ibéricos, que confirme el salto cualitativo que prometió el director General de la Industria Alimentaria, Fernando Burgaz, para que la Norma sea lo más amplia posible, sin perjudicar a ninguno de los modelos productivos y ofreciendo un marco normativo apropiado para todo un sector productor e industrial que genera riqueza y empleo en nuestro país.
La Asociación destaca que la voluntad firme del sector es informar de forma completa al consumidor, pero sin confundirle de nuevo (que sería el resultado de introducir hasta nueve denominaciones de venta diferentes, detrayendo la utilización del nombre ‘ibérico’ al 98,6% de los jamones comercializados). Para ello, IBERAICE ha propuesto que se incluya en el etiquetado de los productos bajo Norma un cuadro con todas características fundamentales que definan la calidad objetiva del producto, pero en un lugar que no pueda asimilarse a la denominación de venta (evitando así confusión en el consumidor).
Por esto, IBERAICE espera que el resultado final propuesto por el Ministerio sea satisfactorio para el conjunto del sector, y no se defrauden las esperanzas de una amplísima mayoría de los operadores ganaderos e industriales, cediendo a presiones intolerables y privilegiando los intereses específicos de una parte totalmente respetable pero evidentemente minoritaria, y poniendo en serio peligro a la gran mayoría del sector.
En este sentido, IBERAICE quiere poner de manifiesto que, durante el largo proceso de gestión de esta nueva Norma de Calidad, ha mantenido y va a seguir manteniendo una posición equilibrada y dialogante, basada en la plena y mayoritaria representatividad de la organización para la defensa de los intereses generales de las industrias elaboradoras del cerdo ibérico, representando a más del 95% de las empresas, de todos los tamaños, orígenes y sensibilidades industriales y territoriales, modelos productivos y orientaciones de negocio.
IBERAICE destaca la amplísima unidad de la industria en torno a estas posiciones, así como las principales organizaciones ganaderas y las Comunidades Autónomas que albergan producciones de ibérico -a excepción de parte de Andalucía-. En este sentido, la industria agradece especialmente el apoyo de los responsables de Castilla y León, que abandera un planteamiento que comparten Extremadura, Castilla-La Mancha o Murcia.
Es firme voluntad de IBERAICE no entrar en polémicas con quienes pretenden arrogarse una representatividad exclusiva a todas luces inexistente, basada en afirmaciones hechas en los medios de comunicación desde plataformas que solo representan posturas minoritarias en este sector y que pretenden imponer intereses particulares, privilegios económicos o políticos mediante la presión injustificable en lugar del diálogo. En todo caso, IBERAICE sí quiere dejar patente que:
- Elevar la voz y el tono no carga de razones ninguna posición, y no puede confundirse de ninguna manera la legítima defensa de la sostenibilidad y el futuro de un ecosistema único como es la dehesa con un sector y un mercado agroalimentario como el de los productos ibéricos.
- En ese sentido, quiere recordar que durante años IBERAICE ha estado trabajando ‘en solitario’ por conseguir una Indicación Geográfica Protegida (IGP) para el cerdo ibérico de la dehesa, que prestigiase y defendiese esa producción y la diferenciase de las otras, sin que esas empresas y organizaciones que ahora se reclaman “auténticamente representativas del sector del ibérico de dehesa” intervinieran de forma tan ruidosa como ahora.
- La pintoresca acumulación de firmantes (duplicados en unos casos, manifiestamente ajenos al sector del cerdo ibérico en otros muchos), no otorga ninguna representatividad cuando no hay más que una minoritaria presencia de empresas industriales y ganaderos, que son los que realmente se juegan sus recursos económicos, el empleo y la sostenibilidad socioeconómica de sus regiones y su futuro.
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No es lícito confundir un criterio zooetnológico racial (el tronco porcino ibérico) con la denominación comercial de unos productos en el mercado, establecidos durante décadas por la normativa, la práctica comercial y el consumo.
La denominación ‘ibérico’ para estos productos está asociada -desde los inicios del desarrollo de la industria de este sector- a toda la gama de productos y calidades comerciales, con sus correspondientes especificaciones, distinciones y categorías, pero todos bajo la denominación ‘ibérico’. -
La elaboración de productos ibéricos a partir de cerdos con cruces raciales que se han ido afianzando está en la misma raíz de este sector, en los años 50-60, como parte del proceso de mejora de las especies de aprovechamiento ganadero, y certificado por razones de mejora de la producción ganadera, mejora del rendimiento y la calidad industrial y comercial.
Esto es tan cierto como que ni siquiera las Denominaciones de Origen como Jamón de Huelva o Los Pedroches restringen sus productos amparados al ibérico puro. Y que todas las DOs –excepto esta última- amparan la categoría de ‘cebo’. - En el propio origen de algunas de las variedades o líneas incluidas dentro de la agrupación racial del cerdo ibérico, está el cruce con estirpes foráneas (como está recogido en las propias publicaciones científicas de alguna de las entidades impulsoras de esas ‘plataformas’).
- Que el 65,57% de todos los jamones ibéricos comercializados por Andalucía el pasado año eran de ‘cebo’, y que solo el 7,24% de los jamones ibéricos comercializados por Andalucía eran de ‘ibérico puro’.(Fuente: Riber. Ministerio de Agricultura).
- Que Huelva lidera el número de explotaciones intensivas de ibérico en Andalucía. El 53,57% de las explotaciones de porcino ibérico de Huelva eran intensivas en 2009.
- Que frente a las supuestamente ‘masivas’ producciones de jamones ibéricos de otras zonas ajenas, lo cierto es que solo el 0,22% de todos los jamones comercializados en 2011 procedían de Cataluña, el 1,95% de Madrid, el 2,34% de Aragón y el 7,48% de Murcia (el 12% del total de jamones comercializados en 2011. Fuente: Riber. Ministerio de Agricultura).
- Que invocar en anuncios de prensa que “1,5 millones de hectáreas, cientos de miles de empleados y decenas de miles de negocios y empresas” dependen de la producción de poco más de 115.000 cochinos puros que utilizaron las montaneras el pasado año (Fuente: Riber. Ministerio de Agricultura), es, además de irresponsable, completamente escandaloso, como cualquiera puede calcular con un par de sencillas operaciones matemáticas.
- Que el factor racial no es el elemento prioritario en la determinación de la calidad de los productos ibéricos, y que el manejo, la alimentación y un esmerado proceso de elaboración son más determinantes para la calidad final del producto y su percepción por parte del consumidor.
8 de enero de 2013 - IBERAICE