Durante el 2018, los inspectores revisaron 1.926 establecimientos (comercios grandes y medianos, carnicerías, mayoristas, plantas de despiece y procesamiento, mataderos, ganaderos que practican venta directa, restaurantes) y realizaron cerca de 2.150 acciones de control, principalmente sobre el etiquetado y la trazabilidad de los productos. La tasa de anomalías fue superior al 30%.
Los principales hallazgos fueron:
- El tipo de comercialización: independientemente del tipo de distribución, los inspectores observaron anomalías relativas al origen nacional (casos de "afrancesamiento"), alegaciones relativas a las razas, mensajes sobre el origen regional de los animales y marcas de calidad mal utilizadas. En casi el 40% de los establecimientos inspeccionados, las acciones encaminadas a verificar el cumplimiento de las normas de origen y de trazabilidad dieron lugar a un seguimiento (advertencias, requerimientos, informes).
- La etapa de comercialización:
- En las carnicerías tradicionales y secciones de carnicería de establecimientos grandes y medianos, los inspectores notaron frecuentemente la ausencia de la indicación de origen, sobretodo en la carne de ternera. En la mayoría de los casos, dado que el origen de los animales es francés, los profesionales se abstienen de indicar el origen de la carne.
- En las estanterías, los envases mencionan claramente el origen de la carne así como el potencial de terneza. Sin embargo, se observaron deficiencias. Asimismo, en las estanterías de los supermercados, no es raro ver la presencia de publicidad y promociones imprecisas e incluso engañosas.
6 de agosto de 2020/ DGCCRF/ Francia.
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