Las emisiones de gases de efecto invernadero del sector ganadero podrían reducirse hasta en un 30 por ciento gracias a un uso más extendido de las mejores prácticas y tecnologías existentes, según un nuevo estudio publicado hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En total, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas a las cadenas productivas de la ganadería ascienden a 7,1 gigatoneladas (Gt) de dióxido de carbono equivalente (CO2eq) por año, lo que supone el 14,5 por ciento de todas las emisiones de GEI de origen humano.
Las principales fuentes de emisión son: la producción y procesamiento de alimentos (45 por ciento del total), las emisiones de GEI durante la digestión de las vacas (39 por ciento), y la descomposición del estiércol (10 por ciento). El resto se debe al procesado y el transporte de productos de origen animal.
Para realizar estos cálculos, la FAO realizó un análisis detallado de las emisiones de GEI en múltiples etapas de diversas cadenas productivas pecuarias, incluyendo la producción y transporte de piensos para animales, el uso de energía en las explotaciones agropecuarias, las emisiones procedentes de la digestión animal y la descomposición del estiércol, así como el transporte, refrigeración y envasado de productos de origen animal posteriores al sacrificio.
Profundizando en dónde y cómo se producen las emisiones, el informe revela que los productores pecuarios tienen a su alcance reducir de forma significativa las mismas.
Jueves, 26 de septiembre de 2013/ FAO.
http://www.fao.org