La FAO ha alertado sobre la situación de la fiebre aftosa en Egipto, donde se sospecha de la existencia de 40.222 casos de la enfermedad, según cálculos oficiales, y ya han muerto más de 4.658 animales, en su mayoría terneros.
Según la FAO se hace necesario actuar con urgencia para combatir este grave brote de fiebre aftosa y prevenir su propagación a través del Norte de África y Oriente Medio, lo que podría tener serias implicaciones para la seguridad alimentaria en la región.
Según el censo pecuario de la FAO, tan solo en Egipto se encuentran amenazados 6,3 millones de búfalos y vacas y 7,5 millones de ovejas y cabras. Aunque la fiebre aftosa ha circulado en este país durante los últimos años se trata de una cepa del virus totalmente nueva -denominada SAT2- ante la cual el ganado carece de inmunoprotección.
Para ayudar a prevenir la propagación del virus, los cuidadores del ganado deben de tomar de forma urgente diversas medidas que incluyen limitar el movimiento de los animales y evitar el contacto con los de otras granjas, evitando la compra de animales de forma inmediata, ya que podrían proceder de un lugar contaminado. También es necesario eliminar correctamente las carcasas, preferiblemente por incineración o, si no es posible, enterrándolas.
Existe un suministro limitado de vacunas para el virus de la fiebre aftosa presente ahora en Egipto, si bien el país tiene algunas reservas de sus propias vacunas, estas no protegen frente a la cepa SAT2, y el país podría necesitar ayuda regional para conseguir vacunas eficaces. Aunque se consigan de forma rápida, las vacunas a veces necesitan hasta dos semanas para conferir inmunidad. Por ello la FAO urge a coordinarse a todos los niveles gubernamentales para poner en marcha medidas de bioseguridad y limitar la propagación de la enfermedad.
Jueves, 22 de marzo de 2012/ FAO.
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