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El propósito de estas nuevas directrices es destacar medidas adicionales para que se mantenga la integridad de la cadena alimentaria y que los consumidores dispongan de suministros alimentarios adecuados y seguros.
Los datos actuales indican que ni los alimentos ni el envasado de alimentos son una vía para la propagación de los virus que causan enfermedades respiratorias, incluido el SARS-CoV-2. En otras palabras, el SARS-CoV-2 no es una preocupación directa para la seguridad alimentaria. Sin embargo, es importante para la industria alimentaria y las autoridades regular la industria alimentaria para proteger a todos los trabajadores de la propagación de estos virus proporcionando un entorno de trabajo seguro, promoviendo medidas de higiene personal e impartir formación sobre los principios de higiene de los alimentos.
Estas medidas deben basarse en el riesgo y deben ser proporcionales al nivel de exposición esperada de los trabajadores de empresas alimentarias al SARS-CoV-2.
En comunidades donde el SARS-CoV-2 no está circulando activamente, las prácticas consistentes con los sistemas de gestión de la seguridad alimentaria pueden ser suficientes. Por contra, cuando la prevalencia del Covid-19 aumenta en la comunidad, las medidas de prevención adoptadas también deben aumentar.
El propósito de estas pautas es resaltar las medidas necesarias para controlar el Covid-19 en los procesos alimentarios para proteger la seguridad de los trabajadores y la seguridad del suministro de alimentos.
Estas medidas no deben comprometer los controles tradicionales de seguridad alimentaria y gestión de la seguridad, pero debe complementar las prácticas de seguridad alimentaria en curso.
2 de agosto de 2021/ FAO.
http://www.fao.org
