Durante las jornadas, investigadores, científicos y fabricantes discutirán sobre el desarrollo y el potencial de este dispositivo portátil capaz de analizar muestras de aves fallecidas y descubrir la causa de la muerte. Además, estos aparatos, actualmente del tamaño de un pequeño televisor portátil pero en los que se está trabajando para poder reducirlos aún más y llegar al tamaño de lo que los investigadores llaman “un laboratorio en un bolígrafo”, podrían ser capaces de enviar los resultados a un centro de control central, permitiendo así una respuesta mucho más rápida en caso de producirse un brote de la enfermedad.
Lunes, 19 de marzo de 2007/ FAO.
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