La Estrategia Nacional de Alimentación (ENA) obedece a la necesidad de construir un sistema alimentario capaz de satisfacer las necesidades presentes y futuras de la población y de proteger y revitalizar el medio rural; así como al interés por consolidar la posición de España como potencia agroalimentaria mundial.
El objetivo de la ENA es mostrar a España como potencia alimentaria mundial. España es en la actualidad el cuarto país exportador de alimentos de la Unión Europea (UE) y séptimo del mundo, con un valor comercializado entre noviembre de 2023 y octubre de 2024 (último dato disponible) de 74.662 millones de euros y una balanza comercial positiva de casi 19.500 millones de euros. Es el primer productor del mundo de aceite de oliva, segundo en vino y tercero en carne de porcino y lidera la producción en acuicultura en Europa. Además, es el país europeo con mayor renta agraria, con 37.759 millones de euros en 2024, el 14,2 % más que el año anterior. Esta buena evolución se debe al incremento del valor de la producción, que alcanzó en 2024 la cifra histórica de 68.430 millones de euros, y al del volumen de producción, tras dos malas campañas por la sequía.
El planteamiento de la ENA parte, por tanto, de la necesidad de desarrollar una planificación estratégica que garantice la autonomía alimentaria a nivel nacional y europeo, que asegure el abastecimiento a precios asequibles, bajo un modelo de producción y comercialización sostenible, y que propicie las relaciones comerciales internacionales. En este enfoque se considera también el reforzamiento del papel de los operadores de la cadena, en especial de los productores primarios (agricultores, ganaderos y pescadores), de la industria y de la distribución.
En este planteamiento integral, la ENA contempla seis desafíos:
- Abastecimiento estratégico: asegurar la disponibilidad y estabilidad en el suministro de alimentos, implementar políticas comerciales que garanticen la competitividad del sector agroalimentario y pesquero español, optimizar la eficiencia en la cadena de valor y definir protocolos de respuesta ante situaciones de crisis.
- Sistemas alimentarios sostenibles: la estrategia integra sostenibilidad en compras públicas, gestión de envases y bioeconomía, valorando subproductos y fomentando la circularidad. Promueve productos locales, frescos y de temporada, reduce el desperdicio alimentario y desarrolla regulación sostenible. Además, impulsa la formación y asesoramiento para facilitar la transición hacia un sistema alimentario más sostenible y responsable.
- Fortalecimiento de las áreas rurales y costeras: garantizar una formación adecuada al sector para mejorar su competitividad, valorizar y fortalecer el medio rural mediante el apoyo económico y la implementación de políticas rurales orientadas a construir un sector sostenible y eficiente y fomentar el relevo generacional para asegurar el futuro del medio rural y costero.
- Alimentación saludable: proteger la dieta española, cómo hacerla accesible a la población y cómo formar e informar sobre ella mediante campañas de sensibilización y reforzando la educación en materia de alimentación en los colegios.
- Innovación y tecnología en alimentación: impulsar la innovación, digitalizar los modelos de producción, estimular la generación y transferencia del conocimiento entre los distintos agentes de la cadena, fomentar inversiones en innovación tecnológica y digital, así como impulsar una regulación que favorezca la innovación.
- Información alimentaria al consumidor: mejorar la información alimentaria disponible a través del etiquetado así como medidas relacionadas con la información contenida en las campañas de comunicación y las destinadas a garantizar que la información alimentaria sea veraz.
21 de enero del 2025/ MAPA/ España.
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