Una de las principales discrepancias es el efecto retroactivo de la norma sobre los productos que ya se encuentren en elaboración en el momento de su entrada en vigor. Mientras el Ministerio propone una declaración de existencias, el sector pide el establecimiento de fechas que limiten la comercialización de los productos fuera de norma.
Existen también discrepancias sobre la trazabilidad. El Ministerio quiere una identificación individual y biunívoca de cada pieza con el cerdo de procedencia, mientras que el sector insiste en que se admita el trabajo con lotes homogéneos, de forma que se permita que la identificación de las piezas, que siempre ha de ser individual, se correlacione con el animal o lote de animales de procedencia.
Respecto a la limitación de las denominaciones asociadas al cerdo ibérico y sus productos el Ministerio no la contempla mientras que el sector pide que se regule el uso de determinadas denominaciones que actualmente los consumidores asocian con el cerdo ibérico y sus productos.
El sector también pide la eliminación del término cebo o su sustitución por otros más adecuados dentro de los calificativos relativos a la alimentación.
En relación con el autocontrol de los operadores económicos el Ministerio tiene un enfoque intervensionista y rígido mientras que el sector está de acuerdo en permitir que los operadores establezcan su propio sistema de autocontrol, siempre que les permita demostrar que cumplen la norma y sea aceptado por una Entidad de control.
Finalmente, respecto a la identificación de los productos, clarificación del mercado e información al consumidor el Ministerio no tiene ninguna propuesta.
Miércoles, 26 de junio de 2002/AICE-Nota de prensa/España