A través de este convenio el CSIC desarrollará un trabajo con el que se pretende conocer las actitudes y opiniones que generan los OMGs, la disposición a utilizarlos o evitarlos, tanto por parte del productor, como del distribuidor y del consumidor. Asimismo, se estudiará el grado de cumplimiento de la legislación referente a trazabilidad y etiquetado de OMGs.
Según el MAPA, para poder desempeñar sus funciones de desarrollo legislativo y ayudar a determinar la posición española ante la Unión Europea de un modo más ajustado a las necesidades del sector alimentario, es útil conocer el grado de cumplimiento de la normativa relativa a los alimentos modificados genéticamente, así como el conocimiento que existe sobre la evaluación, características, seguridad y control de los alimentos modificados genéticamente.
Viernes, 1 de julio de 2005/MAPA/España
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