Las
pruebas serológicas para identificar el agente son test de neutralización
viral y un ELISA de competición, método estándar
aceptado en la UE para diagnosticar la enfermedad vesicular porcina. |
Pese a tener una alta morbilidad, tiene un curso de 2-3 semanas con mortalidad despreciable. La importancia radica en el parecido con otras enfermedades vesiculares (fiebre aftosa, estomatitis vesicular, exantema vesicular), por lo que se realiza una erradicación mediante sacrificio.
La extremada resistencia del virus frente a diversos factores físico-químicos complica su control, pudiendo permanecer infeccioso en medio ambiente y estiércol durante 6 meses. Resiste el curado y el ahumado (resiste hasta 180 días en jamón y más de 2 años en tripa procesada). Se inactiva a 56º C durante 1 hora o a pH extremos.
El periodo de incubación es de 2-14 días, tras los cuales comienza a excretarse, incluso sin signos clínicos. Los tejidos más infectivos son: epitelio y líquido de las vesículas, heces y sangre. Existe una gran variación en la gravedad de las lesiones, dependiendo básicamente del peso de los animales y del tipo de suelo. En muchos casos puede presentarse de forma subclínica, con animales asintomáticos que eliminan virus por las heces. Los síntomas más característicos son:
- Súbita aparición
de cojeras en varios animales de un grupo en estrecho contacto. - Aumento de la temperatura del cuerpo de 2-4º C. - En superficies duras se puede observar que los animales cojean, arquean el lomo o se niegan a moverse aún en presencia de alimentos. Los animales jóvenes son los más gravemente afectados. - Las vesículas aparecen en el hocico y a lo largo de la banda coronaria, así como en los espacios interdigitales y pueden extenderse a las regiones del metacarpo y metatarso. Zonas menos frecuentes son el epitelio de la cavidad bucal, le lengua, las mamas y los pezones. En raras ocasiones las lesiones se extienden hacia la piel del tórax y abdomen. - La ruptura de las lesiones provoca lesiones cutáneas en extremidades y bandas coronarias de las pezuñas. Se pueden desprender las almohadillas plantares. Los cerdos jóvenes pueden perder el casco córneo. - La recuperación se suele producir entre una y tres semanas. - Algunas cepas producen solamente síntomas clínicos moderados o son asintomáticas. |
No existe tratamiento ni vacuna.
A del Cura. Enfermedad vesicular porcina. 2007. Cría y salud: Porcino nº 14: 12-19