Según el informe, la política agraria debería, entre otras cosas, facilitar una red de seguridad económica a los agricultores para garantizar un mínimo de prosperidad. Esta prosperidad debería conseguirse a través del mercado, sin la intervención de la Administración, que sólo actuaría en el caso de desastres climáticos o recesiones económicas inesperadas. Estados Unidos también tendría que abrirse a nuevos mercados exteriores mediante la reducción de aranceles y eliminación de los subsidios que distorsionan la libre competencia.
La Comisión Europea ha acogido de forma favorable este documento, especialmente en las recomendaciones que proponen modificar los actuales subsidios agrarios de forma que se atenúen los efectos distorsionadores en el comercio mundial y ayuden a preservar el medioambiente, según comentó el Comisario europeo para Agricultura y Pesca, Franz Fischler.
Jueves, 28 de septiembre de 2001/Noticias exterior/MAPA/España
http://www.mapya.es/notexterior/pags/bo27.pdf