El Parlamento quiere que la Comisión plantee medidas contra las prácticas comerciales desleales en la cadena de distribución de alimentos, para garantizar ingresos justos a los productores y variedad de elección a los consumidores, según una resolución aprobada el martes. El objetivo debe ser aumentar la transparencia y la equidad en las relaciones entre los productores, proveedores y distribuidores y combatir, de paso, la sobreproducción y despilfarro.
"Las iniciativas adoptadas hasta ahora no han sido efectivas. Creemos que hay que hacer más para mejorar el equilibrio entre los proveedores y los supermercados, y especialmente los hipermercados, sobre todo para hacer frente al denominado “factor miedo”, afirmó el ponente Edward Czesak (ECR, Polonia).
Los desequilibrios en la cadena de distribución deben abordarse de manera urgente para aumentar la capacidad negociadora de los productores, dice la resolución, que salió adelante con 600 votos a favor, 48 en contra y 24 abstenciones. Los eurodiputados inciden en que la venta por debajo del coste y el uso de alimentos básicos, como los lácteos, la fruta y las hortalizas, como “productos reclamo” por parte de las grandes cadenas, es una seria amenaza para los productores europeos.
Los agricultores y las pequeñas y medianas empresas son especialmente vulnerables a las citadas prácticas comerciales desleales, enfatiza el texto. En ocasiones se ven forzados a vender a pérdida, por ejemplo cuando los supermercados les obligan a asumir las rebajas y promociones. Los consumidores también se ven perjudicados, ya que la oferta se reduce y también su posibilidad de acceder a productos nuevos e innovadores.
Reglas estrictas para hacer frente al “factor miedo”
La resolución destaca que los sistemas de auto-regulación voluntarios han tenido hasta la fecha “resultados limitados” al no aplicarse de manera efectiva, por representación insuficiente de los agricultores, los conflictos de intereses entre las partes implicadas, unos mecanismos de resolución de litigios incapaces de reflejar el “factor miedo” entre los proveedores y el hecho de que no se aplican a toda la cadena de suministro. Hacen falta medidas a nivel comunitario contra las prácticas comerciales y para asegurar a los agricultores y consumidores unas condiciones justas de venta y compra, añade el texto.
El Parlamento considera que la Iniciativa de la cadena de suministro y otros sistemas voluntarios a nivel nacional y comunitario deben promoverse, como complemento a mecanismos de aplicación eficaces y sólidos en los Estados miembros, garantizando el anonimato de las denuncias y la imposición de sanciones disuasorias, y unido a un procedimiento de coordinación europeo. Los eurodiputados animan a los productores y comercializadores, incluidas las organizaciones de agricultores, a participar en este tipo de iniciativas.
Martes, 7 de junio de 2016/ PE/ Unión Europea.
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