El PE aprobó el pasado martes un informe en el que propone medidas para combatir las bacterias resistentes a los tratamientos antimicrobianos, como los antibióticos o antivíricos. Los diputados abogan por un uso prudente de este tipo de sustancias, tanto en la medicina veterinaria como en la humana, y piden fomentar la dosificación controlada, así como la investigación de nuevos tratamientos. Las bacterias resistentes a los antimicrobianos causan 25.000 muertes al año en la UE, Islandia y Noruega.
Los diputados defienden un uso prudente de estas substancias con el fin de reducir la exposición inadecuada a los antimicrobianos en la medicina humana y en la veterinaria, así como en la ganadería, la agricultura, la acuicultura y la horticultura. El informe, aprobado por 588 votos a favor, 16 en contra y 23 abstenciones, ha sido elaborado por la eurodiputada danesa Anna Rosbach (Conservadores y Reformistas Europeos).
El texto hace hincapié en la importancia de un cambio en la actitud respecto al consumo de fármacos, de modo que su eficacia actual se mantenga, a través de un uso responsable. También subraya la necesidad de mejorar la educación y la formación de los médicos, farmacéuticos, veterinarios y ganaderos, así como de ampliar la información para el público general sobre el daño causado por el uso incorrecto de antimicrobianos.
Prevención de enfermedades
El informe insiste en que son necesarios más esfuerzos para controlar el uso de los antibióticos en la medicina humana y veterinaria. Los diputados "rechazan rotundamente el uso profiláctico sistemático de antimicrobianos en el sector ganadero" y destacan que sectores como la ganadería y la acuicultura deben centrarse en la prevención de enfermedades a través de una buena higiene, instalaciones adecuadas y buenas prácticas en la cría de animales, así como mediante estrictas medidas de bioseguridad, en lugar de recurrir al uso profiláctico de antibióticos.
Límites en el sector veterinario
Los diputados también piden a la Comisión que presente una propuesta legislativa para limitar el uso de antimicrobianos de tercera y cuarta generación (de importancia crítica para el ser humano, según la OMS) en el sector veterinario.
Estimular la investigación y la innovación
El texto defiende una mejor coordinación de la investigación sobre nuevos antibióticos y otras alternativas, como la vacunación o la bioseguridad. Asimismo, propone acelerar las actividades de I+D con el fin de proporcionar nuevas herramientas para la lucha contra la tuberculosis y la tuberculosis resistente a los medicamentos.
Contexto
Las bacterias, los virus y algunos parásitos resistentes son inmunes a los efectos de antimicrobianos como los antibióticos, los antivíricos o los antipalúdicos, de modo que los tratamientos habituales se vuelven ineficaces y las infecciones persisten y pueden transmitirse a otras personas. Las infecciones provocadas por estos microorganismos resistentes no responden a los tratamientos habituales, lo cual prolonga la duración de la enfermedad y aumenta el riesgo de muerte.
Las bacterias resistentes a los antimicrobianos causan alrededor de 400.000 infecciones y 25.000 muertes anuales en la UE, Islandia y Noruega, lo cual genera unos costes sanitarios de 1.500 millones de euros.
Martes, 11 de diciembre de 2012/ Parlamento Europeo/ Unión Europea.
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