El consejero de Agricultura, Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Energía, José Antonio Echávarri, se ha mostrado partidario de que los profesionales del sector porcino extremeño den “un paso al frente” y determinen de forma nítida “lo que es ibérico y lo que no”. Y es que, ha señalado, “ha llegado el momento de que a cada cosa se le llame por su nombre” y de que el sector del ibérico extremeño vuelva a ocupar el lugar que le corresponde.
José Antonio Echávarri ha hecho estas declaraciones durante el acto en el que se han fallado los galardones del XII Concurso de Jamones Ibéricos DO Dehesa de Extremadura, Premios Espiga, organizados por Caja Rural de Extremadura.
En referencia a la crisis del sector del porcino, el consejero ha resaltado que “no se llega a buen puerto cuando se pierde la perspectiva, cuando deja de importar lo que se hace y, sobre todo, cómo se hace”. Por eso, ha apostado porque los profesionales del sector “retomen el control” tras unos años en los que han desembarcado en el mismo personas procedentes de otros sectores.
José Antonio Echávarri, que ha destacado el papel de “producto estrella” y embajador de la comunidad que tiene el jamón, ha insistido en que para salir de la crisis económica “sólo existe un camino: el de la calidad y la internacionalización”. Dos ámbitos en los que ya se ha avanzado y por los que hay que seguir apostando, ha afirmado, una vez que “ya hemos demostrado que tenemos a los mejores profesionales y los mejores productos”.
El consejero ha entregado la Espiga de Oro al mejor jamón, que ha correspondido a Monsalud, mientras que el Espiga de Plata –entregado por el consejero de Economía y Hacienda, Antonio Fernández- ha sido para El Arroyano, y el Espiga de Bronce para la Cooperativa San Marcos.