Para que la ganadería de Mesoamérica cumpla su rol como pilar de la seguridad alimentaria, es necesario que el sector lleve a cabo un proceso de mejora continua de su sostenibilidad, señalaron ministros de Agricultura de Mesoamérica en la XII reunión de la Comisión de Desarrollo Ganadero para América Latina y El Caribe, CODEGALAC.
Los Ministros de Agricultura de México, Panamá, Honduras, Nicaragua y los Directores de Ganadería de los Ministerios de Cuba, Belice, Costa Rica y República Dominicana analizaron los desafíos de la ganadería y su potencial para su desarrollo sostenible.
Según la CODEGALAC, la mayor parte de las explotaciones ganaderas de Mesoamérica son fincas de pequeña escala, convirtiendo a este sector en un motor de desarrollo estratégico para reducir los niveles de inseguridad alimentaria y pobreza en las áreas rurales.
En Mesoamérica la ganadería es uno de los subsectores agropecuarios de mayor importancia desde un punto de vista económico, social y ambiental, contribuyendo con un alto porcentaje del producto interno bruto agropecuario regional y la generación de empleo en el medio rural.
Sin embargo, a pesar de este importante aporte, el porcentaje del gasto público agropecuario direccionado a este rubro es reducido. “Uno de los principales retos para el sector ganadero en la región está en incrementar el porcentaje de gasto público, cuya ausencia está limitando un desarrollo más sostenible y competitivo”, explicó Tito Díaz, Oficial de Producción Pecuaria de la FAO.
Principales desafíos del sector
Según la CODEGALAC, entre los desafíos que debe encarar el sector en la próxima década, destaca el incremento de la demanda de productos de origen animal, la escasez o degradación de recursos naturales, los efectos del cambio climático y la necesidad de incrementar la contribución del sector a la seguridad alimentaria y nutricional y el bienestar de las comunidades vulnerables.
La FAO señaló que existen soluciones disponibles que permiten realizar cambios tecnológicos e institucionales para abordar de manera adecuada cada uno de estos desafíos, generando importantes beneficios económicos, sociales y ambientales para la región, sin embargo, se requiere la acción coordinada de gobiernos, empresarios y productores.
Diciembre de 2013/ FAO.
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