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En el marco de la pandemia de COVID-19, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la Asociación Veterinaria Mundial (WVA) de forma conjunta señalan la importancia de las funciones y responsabilidades de la profesión veterinaria para la salud pública. Destacan las actividades veterinarias específicas que son clave para garantizar la continuidad de la seguridad alimentaria, la prevención de enfermedades y la gestión de emergencias.
En la situación actual, es crucial que, entre sus numerosas tareas, puedan continuar realizando las actividades necesarias para garantizar que:
- Los servicios de inspección y regulación veterinaria nacionales y locales puedan supervisar la integridad de la salud pública.
- Solo los animales sanos y sus productos son introducidos en la cadena alimentaria para garantizar la seguridad alimentaria de la población.
- Se puedan atender situaciones de emergencia,
- Se mantienen las medidas preventivas, como la vacunación contra enfermedades con un impacto económico o de salud pública significativo,
- Las actividades prioritarias de investigación continúan.
Al realizar su trabajo, los veterinarios tienen la responsabilidad de salvaguardar su salud, la salud de aquellos con quienes trabajan y la salud de sus clientes. Por lo tanto, deben garantizar que se implementen los niveles apropiados de bioseguridad, que el personal esté protegido con el equipo necesario y que los propietarios de los animales estén informados sobre las medidas de precaución vigentes. Es responsabilidad de cada individuo tener un comportamiento adecuado en el marco de estas actividades, para evitar una mayor propagación de COVID-19.
18 de marzo de 2020/ OIE.
https://www.oie.int
