Por motivos tanto económicos como ambientales, ya que requería pasar por nueve áreas protegidas, el Gobierno búlgaro ha echado marcha atrás en su decisión de construir un muro a lo largo de 181 km con la frontera truca con el propósito de frenar una posible entrada de la fiebre aftosa en el país y ha decido aumentar los controles por parte de veterinarios y guardas forestales en la zona fronteriza.
La construcción del muro en la frontera con Turquía se propuso después que un brote de fiebre aftosa en el sureste de Bulgaria a inicios de 2011 fuera atribuido a la entrada de de jabalíes infectados procedentes de Turquía.
Viernes, 20 de abril de 2012/ Novinite/ Bulgaria.
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