El tamaño de estos cerdos endogámicos, descendientes de un par de cerdos que fueron introducidos en la isla en el 1803 por el francés Nicholas Baudin, es un 40% del tamaño de un cerdo comercial, lo que hace que sus órganos sean similares a los órganos humanos.
Los investigadores australianos esperan poder curar la diabetes mediante el transplante de tejidos productores de insulina de fetos porcinos.
Por el momento se han realizado algunos experimentos donde se transplantaron fragmentos de páncreas de fetos porcinos en cerdos adultos. Varios meses después del transplante los tejidos crecieron y empezaron a segregar insulina. Según el profesor Allen, esta puede ser una solución potencial a largo plazo para las más de 100.000 personas que padecen la diabetes tipo 1 en Australia.
Lunes, 10 de junio de 2002/Pig Progress
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