Según Gene Grabowski, vice-presidente del "Grocery Manufacturers of America", a diferencia de Estados Unidos, Sudamérica y Asia, Europa se ha resistido los alimentos modificados genéticamente.
La soja, por ejemplo, procede de países donde el uso de la semilla modificada está muy extendido. La "Agricultural Trade Supply Association" del Reino Unido espera que la mayor parte de las importaciones sean de cultivos modificados.
Los granjeros de Minnesota están sembrando, más que nunca, semillas de soja modificadas en sus campos. Un estudio realizado por el Departamento de Agricultura estadounidense la semana pasada mostró que el 63% de la soja cultivada en Minnesota y el 69% en todo el país pertenece a variedades modificadas genéticamente. Esta cifra ha aumentado con respecto al año pasado cuando el 54% de la cosecha de soja del país fue resultado de la biotecnología. Las cifras son mucho menores en el caso del maíz, el 26% de la cosecha está modificada genéticamente para luchar contra plagas, casi lo mismo que el año pasado.
Sábado, 30 de junio de 2001/Independent and Minneapolis Star Tribune