Según los resultados de dicho estudio, el crecimiento de la producción ha aumentado las necesidades energéticas del sector en un promedio del 1,8 por ciento anual mientras que el ahorro energético para producir una unidad de producto es sólo del 0,2 por ciento siendo por tanto el equilibrio neto negativo.
Este aumento de la necesidad energética de la industria alimentaria se debe al aumento de la demanda de producción, un consumo per capita cada vez mayor y un aumento de la cantidad de productos transportados y de las distancias a las que se transportan.
Martes, 13 de septiembre de 2005/NWO/Holanda.
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