Se han iniciado las obras de la Tubería de Valdurrios, una obra clave para la puesta en riego de casi 6.300 hectáreas en los términos municipales de Bujaraloz y Peñalba y, en menor medida en Fraga.
El impacto de estas transformaciones en regadío en terrenos tan áridos, supone un revulsivo importantísimo en la generación de economía endógena. Se pasa de producciones de cereal en secano de 3 toneladas por hectárea en cultivo tradicional (donde se siembra cada parcela una vez cada dos años, es decir, que cuenta con un rendimiento de 1,5 Tm/ha/año en secano), a unos niveles productivos de 15 toneladas por hectárea y año en cultivos herbáceos como maíz, alfalfa o dobles cosechas. Incluso a producciones de entre 20 y 40 Tm/ha, en frutales.
Es decir, se multiplica la capacidad de producción y, por tanto, de generación económica, por 10 o por 20 en función de los nuevos cultivos que se instauren. Lo cual tiene un efecto en el ecosistema del regadío y permite la instauración de agroindustria, empresas auxiliares, empresas servicios y, en definitiva, empleo y fijación de la población. Sin olvidar el momento en que nos hallamos en los mercados mundiales y la necesidad de asegurar unas producciones endógenas que nos hagan depender lo menos posible de la importación de productos básicos como los alimentos.