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El virus se detectó en Japón en octubre de 2013 - la primera vez en siete años - y se ha propagado en 18 de las prefecturas de Japón, matando a más de 39.000 lechones hasta el 2 de abril.

Las restricciones entraron en vigor el pasado 7 de abril de 2014.

El riesgo de que la peste porcina africana (PPA) sea endémica en Georgia, Armenia y la Federación Rusa ha aumentado de moderado a alto desde 2010.

El número de casos de PEDv detectados durante la última semana se situó en 270, manteniendo la tendencia general a la baja en los casos positivos reportados.

Dado que no parece haber ninguna solución próxima, la UE ha decidido recurrir al procedimiento de solución de diferencias de la OMC solicitando consultas formales con Rusia.

China ha solicitado al USDA la certificación correspondiente que acredite que los cerdos proceden de explotaciones libres del virus de la PED.

A partir del 7 de abril Rusia impone restricciones temporales a la importación de productos procesados derivados del cerdo terminados en plantas de Lituania y Polonia.

Se observa un número significativamente menor de nuevos brotes acumulados a diciembre.

La Comisión Europea ha establecido medidas de protección contra la peste porcina africana en Polonia, Lituania y Cerdeña mediante la Decisión 2014/178.

La FDA se siente alentada por la respuesta que ha conseguido hasta el momento ya que de las 26 empresas afectadas 25 han firmado su colaboración.

La carne puede ser transportada a temperaturas superiores al máximo establecido actual de 7°C sin causar un crecimiento bacteriano adicional.

El pasado 25 de marzo se detectó el virus en 15 animales de una granja con cerdos de engorde que había tenido contacto con la explotación infectada de Lucerna.

Estos son los primeros casos de SDCV confirmados en Canadá.

La Comisión ha declarado oficialmente a Lituania como indemne de brucelosis.

El sacrificio de animales en América del Norte podría disminuir en cerca de 18,5 millones de cerdos durante el 2014 y 2015.

Las bacterias que causan con mayor frecuencia las infecciones transmitidas por los alimentos, como Salmonella y Campylobacter, muestran una resistencia significativa a los antimicrobianos comunes.