Página 122 de Artículos sobre nutrición

Reducir el tamaño de partícula y añadir suplementos multienzimáticos al pienso son estrategias útiles durante el período posterior al destete, pero no durante el engorde.

Para optimizar la producción de jamones curados se deben adoptar diferentes programas de alimentación entre cerdos machos castrados y hembras.

Altos niveles de ZnO en la ración favorecen la competencia entre las enterobacterias, reduciendo así la aparición de cepas de E. coli patógenas.

80 g/kg de inulina en la ración pueden proteger a los cerdos de padecer disentería porcina mediante la modificación de la microbiota del tracto gastrointestinal.

Si bien existen estudios de los efectos del genotipo sobre la digestibilidad total del tracto aparente (TTAD) en cerdos, existe información controvertida sobre la capacidad digestiva de las razas autóctonas en comparación con las razas más magras.

El aumento de la grasa intramuscular en cerdos alimentados con raciones bajas en proteína está relacionado con una activación específica de la expresión génica en los tejidos.

Aumentar los niveles de lisina y energía de la ración mejora el crecimiento y la digestibilidad aparente total de los nutrientes.

La modelización matemática sirve como herramienta para estudiar la digestibilidad del fósforo de diferentes ingredientes y estrategias alimenticias.

La suplementación con el aceite de atún se realizó al principio, al final, o de forma continua durante el engorde.

La administración de ácido linoléico conjugado (CLA) a las cerdas permite reducir la pérdida de espesor del tocino dorsal durante la lactancia y aumentar el peso de los lechones al destete.