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Para los alimentos de origen vegetal, como los cereales, las pérdidas de nitrógeno por unidad de proteína producida son relativamente bajas, mientras que los productos ganaderos tienen pérdidas mucho más altas.

La Agricultura, los bosques y las actividades relacionadas con otros usos del suelo producen 10.000 millones de toneladas de emisiones de efecto invernadero.

Un uso más extendido de las mejores prácticas y tecnologías ya existentes puede ayudar al sector a reducir en gran medida los gases que producen el calentamiento global.

La utilización de biocombustibles basado en cultivos destinados a la alimentación se reducirá del 10% al 5%.

La Generalitat de Catalunya ha publicado las Ordenes AAM/213/2012 y AAM/213/2012 mediante las que convoca ayudas para la ejecución de mejoras de la gestión medioambiental de las explotaciones porcinas.

Las emisiones de gases de efecto invernadero del sector agrícola contribuyeron con casi el 10 por ciento del total de emisiones en la UE-27 en 2010.

Las estimaciones provisionales de la FAO indican que la producción de carne de cerdo aporta alrededor de 793 millones de toneladas equivalentes de CO2.

Se prevé un aumento del consumo de carne de casi el 73% para el año 2050; el consumo de productos lácteos crecerá un 58% respecto a los niveles actuales.

El Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, Neiker-Tecnalia, ha puesto en marcha una unidad móvil de monitorización ambiental para evaluar in situ las emisiones de gases de efecto invernadero y amoníaco en las explotaciones ganaderas.