Página 32 de Artículos sobre matadero

Compás de espera ante la batalla del verano

El mes que termina nos ha demostrado que los mercados estatales europeos pueden, si se dan determinadas circunstancias, seguir funcionando como compartimentos estancos. Alemania, Dinamarca y Bélgica no han modificado su cotización en todo el mes, Italia prácticamente lo mismo (termina el mes con una cotización reculando tres céntimos respecto al inicio) y sólo Francia y España han subido decididamente su cotización en la última quincena.

Negros nubarrones se ciernen en el horizonte

El empeño de las autoridades europeas en desarrollar alternativas energéticas limpias puede significar un ataque en toda regla a la línea de flotación de la economía de las explotaciones porcinas. En efecto, la obtención de biocombustible representa la aparición de una "boca insaciable" con recursos económicos prácticamente ilimitados.

Falso espejismo

A un observador ajeno al sector podría parecerle que el mercado español camina con paso firme hacia una revalorización importante puesto que en las cinco últimas lonjas de Mercolleida se acumula una subida de 13,30 céntimos por kg vivo.

Esperando el frío

En diciembre de 2.006 se transaccionaron cerdos en la cotización mínima del año. Enero ha transcurrido con mucha atonía (tres repeticiones de ese mínimo) hasta el último mercado que ha marcado el inicio del repunte que, todo parece indicarlo, será definitivo.

Acoso y derribo

Cuando los argumentos flaquean y las propias convicciones perecen víctimas de una hecatombe sin precedentes, recurrir a las cifras puede aportarnos objetividad. Las cifras en sí son neutras, no tienen sentimientos y explican la verdad.

Statu quo de lujo

En un año atípico, el precio resiste en su nivel más alto por sexta semana consecutiva en España. A medio plazo no parece que exista otra opción que repetir a la espera que la climatología sea más benigna. Probablemente la cotización no inflexionará a la baja hasta la tercera o la cuarta semana de agosto.

Firmeza a toda costa

La existencia de peste porcina clásica en Alemania ha provocado el retraimiento (en realidad la anulación) de las ventas de ganado vivo francés en aquel mercado (fundamentalmente para evitar el riesgo de “importar” accidentalmente el virus).