Gracias a las bolas para hozar y empujar que se encuentran montadas en suelo y en soportes, elaboradas con poliuretano resistente a los mordiscos y apto para entrar en contacto con alimentos, los animales pueden experimentar su natural instinto lúdico y entretenerse de forma continuada mientras están de pie, sentados o tumbados.
Una vez puesto a prueba en diversos establos, el uso que hacen los animales de las bolas hasta ahora ha venido arrojando en su totalidad resultados positivos; en especial, modelos de comportamiento „anormales“ como la caudofagia se han visto reducidos al lograr satisfacerse el instinto de hozar. Este hecho resulta relevante sobre todo teniendo en cuenta que a partir de 2016 entrará en vigor en las granjas alemanas la prohibición del raboteo.
Asimismo, investigaciones científicas corroboran la aptitud de dichos juguetes en la práctica. En los grupos de prueba donde se aplicaron las bolas para hozar, los animales utilizaron la bola mucho más asiduamente que los animales que hicieron uso de la clásica cadena o pelota en los grupos que se compararon. Como consecuencia, en los grupos donde se usaron las bolas para hozar reina más tranquilidad que en los otros grupos comparados, con lo que en esos primeros se han reducido las lesiones de forma considerablemente perceptible. Los resultados de esta "estimación" (huellas visibles de raspaduras) se han tomado ampliamente en cuenta a la hora de desarrollar el producto.
La bola para hozar mejora el bienestar animal de los lechones (diámetro: 60 milímetros) y de los animales de cebo (diámetro: 80 milímetros). Para ello las bolas se montan en el suelo sobre una placa estable de plástico y con muelles metálicos flexibles. Al estar fijadas de esta manera, los movimientos de las bolas varían y ofrecen resistencia, de forma que los animales permanecen en el centro del establo y no se marchan a los rincones.
Las bolas para empujar fueron desarrolladas en relación directa con las bolas para hozar. "Sabíamos muy bien que los porcinocultores pedían materiales de entretenimiento que fuera apropiado, en particular para la sección de partos y de cubrición", explica Ralf Meyer, director del Dpto. de Desarrollo de WEDA.
Las bolas para empujar se pueden adquirir en 3/4 de pulgada y 1 pulgada, pudiendo ser montadas en las
barras de las jaulas para partos o en las jaulas comedero y de reposo sin necesidad de desmontar las instalaciones de la granja. "El hecho de que haya habido gran aceptación entre los porcinocultores se debe después de todo a las propiedades higiénicas de las bolas, que además hacen poco ruido y pueden ser empleadas con independencia del fabricante elegido“, añade Ralf Meyer.
4 de noviembre de 2013 - WEDA