Las resistencias a los antibióticos, su desarrollo y su selección, son un tema importante, tanto en Alemania como en el resto de países. En la UE, se están estudiando diversas posibilidades para con-trolar este problema. Actualmente, existe en Alemania una voluntad política explícita para reducir de forma sostenible las cantidades de antibióticos empleados. Se hace hincapié en el área del sacrificio de animales porque es allí donde se hace uso de más cantidades de antibióticos, según los datos del estudio del Instituto Alemán de Documentación e Información Médicas (DIMDI, en alemán). Esto ya se ha recogido en el borrador de la decimosexta revisión de la Ley Alemana de Medicamentos (AMG en alemán). También se observan reflexiones similares dentro de la UE. La Asociación Alemana de Veterinarios Practicantes (bpt) apoya expresamente un uso responsable de antibióticos en la ganadería, si bien considera que el camino perfilado en la decimosexta revisión de la AMG no lleva al objetivo deseado. La Asociación opina que sólo es posible reducir el consumo de antibióticos si se mejora la salud animal, y no fijando cantidades de antibióticos o limitando las posibilidades terapéuticas.
El objetivo transnacional de una política de salud animal moderna debe consistir en evitar las enfermedades mediante medidas de prevención, como, por ejemplo, las vacunaciones, la higiene, la gestión y las condiciones de la cría, etc. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos realizados, los rebaños de ganado pueden contraer enfermedades. En este sentido, debe seguirse la máxima de que “los animales enfermos tienen derecho a ser tratados”. Cualquier otra cosa iría en contra de la protección animal y de una ganadería responsable. A menudo, es indispensable emplear antibióticos después de realizar el diagnóstico. Los veterinarios son conscientes de que la posible aparición de resistencias y la presión de la selección debido al empleo de antibióticos para tratar patógenos son temas que deben tenerse muy en cuenta. Por este motivo, en Alemania, se está desarrollando un completo sistema para el monitoreo de antibióticos a través del sistema QS - aseguramiento de calidad - destinado al engorde de ganado avícola y porcino. Se trata de una iniciativa de la bpt y de la Asociación Alemana dos Agricultores. La recopilación de datos sobre el uso de antibióticos en el ámbito avícola comenzó ya en abril, mientras que en el engorde porcino lo hizo en septiembre. El bovino, y principalmente el de los terneros, podrá incluirse en un momento posterior si fuera el caso. El objetivo del monitoreo consiste en ofrecer información concreta sobre el uso de antibióticos (quién hace uso de antibióticos, cuándo, dónde, porqué y en qué cantidad) en base a datos relacionados con la explotación y vinculados a áreas de producto concretas, de forma individual y regional, con el fin de forzar así una optimización del empleo de antibióticos en el ámbito ganadero.
Sin embargo, aunque en el borrador para la decimosexta revisión de la AMG se habla de un concepto para minimizar los antibióticos, en realidad sólo se crea un nuevo instrumento de control adicional. El índice terapéutico calculado no es suficiente, desde la perspectiva de la bpt, para identificar los problemas reales en las explotaciones y reaccionar de manera correspondiente.
Además, las opciones de tratamiento de los animales enfermos no pueden limitarse en detrimento de la protección animal, ni tampoco deberían fomentarse resistencias al restringir las sustancias activas. Por otro lado, para prevenir las enfermedades infecciosas, debería recurrirse con más frecuencia al uso de vacunas, mientras que la identificación rápida y exacta de los patógenos infecciosos debería ser posible también mediante la extracción concreta de órganos bajo condiciones específicas. Asimismo, proporcionar más información y asistencia a los ganaderos en relación con el desarrollo de resistencias a los antibióticos puede ser una medida de prevención efi-caz.
Siendo realistas, la bpt opina que la reducción sostenible del uso de antibióticos sólo puede lograrse con una mejora de la salud animal. El aspecto de la salud animal no aparece en el borrador actual de esta ley alemana. Aunque se sabe que es necesario centrarse en el engorde de animales, particularmente en los animales madre y en la cría de ganado, para solucionar los problemas de salud animal correspondientes, es evidente que estos aspectos quedan de lado. A fin de cuentas, el uso de antibióticos en el sacrificio de animales es también una consecuencia derivada de los problemas encontrados en los procesos anteriores al mismo. Un concepto para minimizar el empleo de los antibióticos no puede olvidar estos procesos anteriores, sino que debe comenzar precisamente allí y, por ejemplo, dar indicaciones claras sobre vacunas con las que es posible contrarrestar la aparición de infecciones de tipo bacteriano en el engorde.
Conclusiones: Los veterinarios prácticos están íntimamente vinculados con la cría de ganado y sus procesos de producción. Son responsables clave para la salud, el rendimiento y la profilaxis frente a las enfermedades de los animales y, por lo tanto, contribuyen significativamente a asegurar la producción de alimentos, teniendo en cuenta la protección animal y la eficacia económica. Una formación científica sólida y su compromiso con la formación continua les permiten evaluar las necesidades de los animales, la salud de los mismos y su bienestar de acuerdo con los últimos conocimientos científicos. Esta competencia como especialistas es un requisito para una ganadería respetuosa con los animales y la puesta en práctica de la misma en estrecha colaboración con los ganaderos. No debería haber carreras por alcanzar unos objetivos demasiado ambiciosos de reducción de antibióticos, ni a nivel nacional ni dentro de la UE. La competencia profesional ha de ser la base de las decisiones to-madas respecto a la reducción sostenible del consumo de antibióticos, conservando o mejorando la salud animal. Con este fin, es preciso conservar todas las opciones terapéuticas, incluyendo la recalificación y el uso de antibióticos de último recurso. El consumo de antibióticos sólo podrá minimizarse de forma respetuosa con los animales en base a los resultados alcanzados mediante un monitoreo adecuado.
13 de noviembre de 2012 - DLG