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Este laboratorio recibe la producción de 4 establos que albergan en total 400 verracos y producirá unas 900.000 dosis.
La construcción de este laboratorio responde a dos objetivos claros:
- Mejorar la bioseguridad del sistema: al eliminar los laboratorios de los establos donde se alojan los verracos se elimina el tráfico de repartidores, personal de laboratorio etc. reduciendo los riesgos de entrada de patógenos y contribuyendo a mantener el estado sanitario de los animales.
- Concentrar la producción de dosis lo que permite, entre otras múltiples ventajas, utilizar de forma más eficiente elementos como maquinaria y mano de obra así como optimizar los controles de calidad, mayor estandarización en la producción de dosis y una mejor logística.
El negocio de la inseminación artificial porcina en nuestro país está en constante evolución. La venta de dosis de semen en España se caracteriza, además de una gran exigencia en términos de calidad, por un precio de venta tremendamente ajustado. Para crecer como ha hecho y sigue haciendo AIM en los últimos años es necesario asegurar esa calidad y optimizar los costes de producción de forma constante tal y como se busca con este nuevo laboratorio.
La funcionalidad: una constante en el diseño
El diseño respecto a la bioseguridad del laboratorio es simple pero claro y eficaz. Un acceso para los repartidores de semen y en el lado opuesto de la nave el acceso para los trabajadores, con vestuarios amplios y cómodos, y en ese mismo extremo, el punto de entrada refrigerado para la entrega de los eyaculados que llegan pre-diluidos desde los distintos emplazamientos donde están alojados los verracos.
Desde el primer momento se puede identificar algo que es una constante durante toda la visita. El laboratorio es un homenaje a lo simple y funcional y las instalaciones están pensadas y construidas para mantener un nivel de limpieza del máximo estándar con el mínimo trabajo y siguiendo un flujo lógico del trabajo para lograr la mayor eficiencia durante la producción.
En este laboratorio, AIM Ibérica ha aprovechado toda la experiencia acumulada en la gestión directa que realiza actualmente de 1400 verracos alojados en 9 Centros en la península ibérica así como los centros de clientes que gestiona a nivel nacional e internacional (Portugal, Italia, Vietnam, Filipinas, China y Japón)
Sistema de trabajo AIM
Como bien dice nuestro anfitrión, el Sr. Julián Vicente, el equipo de AIM trabaja diariamente en primera línea en la gestión de los centros. Esta experiencia práctica hace que cada elemento del laboratorio se haya pensado para optimizar los recursos y la producción, minimizar los errores humanos y asegurar la calidad.
Muchos de los elementos son de diseño propio y responden a una necesidad específica o están pensados para dar solución a algún problema práctico que el equipo de AIM se haya encontrado. Problemáticas clásicas como asegurar la trazabilidad, minimizar los criterios subjetivos de valoración de los eyaculados, la necesidad de calibración constante de los aparatos, la entrada de personal nuevo o sencillamente la ineficiencia del tiempo perdido en el traspaso de información entre turnos de trabajo.
Tras cada desarrollo tecnológico realizado por AIM hay un problema que necesitaban resolver con sus circunstancias específicas y para lo que crearon una solución que, cuando nos cuentan alguna pincelada durante la visita, como en las buenas historias, nos dejan con ganas de querer saber más detalles. Tecnología de la que nos habla con legítimo orgullo Julián Vicente y su equipo. Desafíos como los que vivieron en China para poder conseguir agua de la calidad deseada y que son los que incentivaron el desarrollo de los sistemas con los que trabajan actualmente que, entre otros elementos, dispone de 3 lámparas UVA incorporadas al sistema de ósmosis para el agua, medición de nivel mediante ultrasonidos en el tanque de diluyente y que, además de permitir un control remoto de los distintos parámetros para garantizar que la preparación del diluyente es idónea, bloquea automáticamente el sistema de producción de diluyente si detecta algún error.
La valoración de la concentración también se hace mediante una tecnología propia desarrollada en colaboración con la Universidad de Murcia basada en el uso del láser.
El sistema de envasado de las dosis está completamente automatizado y dentro de la estandarización de las dosis, AIM Diffusion opta por trabajar con blíster y ofrece dos formatos de dosis (80 ml y 40 ml).
El programa de gestión, también desarrollado por AIM Ibérica, va más allá de ser un extenso registro de datos. El programa de gestión hace exactamente eso: gestiona el proceso indicando cuando se cumplen los criterios de calidad y se pueden realizar las dosis pero también es el propio programa el que bloquea la fabricación de dosis cuando detecta algún elemento que interfiera con los parámetros de calidad exigidos.
La búsqueda de herramientas para limitar la posibilidad de error humano durante todo el proceso es otra constante durante la visita.
Aunque la jornada tenía como objetivo ver el laboratorio, pudimos ver mediante un video cómo se gestiona la recogida de semen en los establos donde están alojados los verracos. En esta fase podemos ver como el programa gestiona, entre otras muchas cosas, las dosis a producir, los verracos a extraer, donde están localizados, en qué punto preciso del proceso está la preparación de cada eyaculado y cada pedido y todo ello mediante un sistema ágil, eficiente y a prueba de errores. En esta fase la tecnología está también muy presente para optimizar el trabajo: recogida automatizada de semen para una mayor eficiencia e higiene, uso de identificación electrónica en los animales y de códigos QR que, además de agilizar el proceso, reducen drásticamente la posibilidad de error y aseguran una trazabilidad total en cada paso del proceso desde el momento de la recogida.
Calidad de las dosis: un concepto integral
Dentro de la gestión de los animales, otro elemento que forma parte del concepto de calidad de dosis que el CIA ofrece a sus clientes y que AIM mencionó repetidamente durante la visita, es la importancia de tener, no solo los verracos que el cliente desea, pero también tener una alta renovación de machos para asegurar que la mejora genética llega a los clientes con rapidez.
Otro elemento importante en el proceso de fabricación de dosis el control de calidad. Estas instalaciones disponen de una amplia sala donde se ubica el laboratorio de control de calidad. En esa área se realizan tareas fundamentales como son los controles de conservación de dosis para verificar la viabilidad a los 4 días de producidas, así como la realización de controles bacteriológicos constantes de los diferentes puntos críticos del proceso mediante la toma de muestras a lo largo de la jornada de trabajo.
En la zona de preparación de pedidos volvemos a ver la combinación del programa de gestión con soluciones prácticas que están pensadas para que el sistema fluya de forma rápida y eficiente. Los pedidos se van organizando según su ruta y el sistema controla que el número de dosis y su destino sea el correcto en todo momento. Como en el resto de la instalación, la zona de almacenaje de las dosis a la espera de ser cargadas en los vehículos de reparto no sólo está impoluta, sino que está pensada y construida para que se mantenga impoluta.
El crecimiento de AIM en los últimos 10 -15 años les ha permitido participar de muchos proyectos y esta experiencia se ve reflejada en esta instalación. Saben lo que les funciona y eso lo mantienen y lo perfeccionan. La búsqueda contínua de formas de mejorar los procesos es otra constante en la visita: asistimos a una inauguración y salen a relucir varios cambios que introducirán en el sistema dentro de pocos meses, siempre fieles al objetivo de seguir mejorando.
27 de febrero de 2018 - Redacción 333
