Los agroempresarios porcícolas mexicanos están liderando una serie de cambios estructurales para afrontar la baja en la ingesta interna de carne de cerdo, ocasionada por la emergencia sanitaria del COVID-19 y estimada hasta el momento en un 40%.
En un webinar convocado recientemente por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA, organismo adscrito a la Organización de Estados Americanos, OEA), los porcicultores mexicanos Heriberto Hernández y Omar Pulido plantearon varias iniciativas que aseguraron ya están caminando.
Hernández es presidente de la Organización de Porcicultores de México (Opormex), en tanto que Pulido es directivo de la firma poblana Porcina La Unión. Ambos coincidieron en que deben “replantearse estrategias de negocios, enfocarlas a la apertura de mercados, a cuidar aún más la sanidad e inocuidad de los alimentos y apoyar a pequeños productores”, según comunicado del IICA.
En cuanto al mejoramiento de la sanidad e inocuidad dentro de la porcicultura mexicana, el líder gremial manifestó que urge profundizar en un trabajo coordinado con la federal Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), destinado a mantener el actual estatus zoosanitario y la certificación de plantas procesadoras.
De igual manera expresó la necesidad de políticas públicas “que le den mayor certeza jurídica al sector y protección al pequeño productor porcícola, que se ha descapitalizado por la pandemia y la dramática caída del consumo”, para lo cual reconoce hacen falta estrategias unificadas que se están materializando.
En este orden de ideas destacaron la creación en marzo pasado de la instancia intergremial México Unido Proteína Animal (MUPA), que busca fomentar el consumo de las distintas carnes en el país. Incluso la misma Opormex es fruto de este nuevo esfuerzo de unificación e integración alrededor de intereses comunes, pues surgió hace un mes de la histórica fusión de la Confederación de Porcicultores Mexicanos (CPM) y de la Organización de Porcicultores del País (Oporpa, de esta última era presidente Heriberto Hernández).
Siguiendo esta línea de acción integradora, el agroempresario porcícola Omar Pulido adelantó que se trabaja en la próxima creación del Instituto Nacional del Cerdo, nueva instancia destinada “a generar certeza e información para consumidores y mejorar la tecnología, así como programas de capacitación de productores”.
Finalmente, dentro de las ventajas actuales de la porcicultura mexicana, se mencionó además “el trabajo conjunto desarrollado con los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y México para homologar el diagnóstico en laboratorio de las enfermedades porcinas, a la luz del nuevo tratado comercial que une a las tres naciones de Norteamérica”.
16 de septiembre de 2020 - Redacción 333 desde Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA)