Las principales ventajas de este sistema radican en su seguridad, por no lesionar a la cerda; es económico, por necesitar un menor número de espermatozoides por dosis; rapidez, porque se introduce el semen a presión; y sencillez, porque es similar a la aplicación tradicional.
La doble deposición de líquido seminal garantiza la distribución de semen por ambos cuernos del aparato reproductor del animal, lo que evita el descenso de la prolificidad observado en los sistemas tradicionales. De hecho, incrementa una media de 0,6 crías por parto de cerda al año, lo que en una explotación de mil cerdas supone 1.500 lechones más al año. La sonda utilizada se asemeja a una de inseminación postcervical con mayor longitud y tres orificios de salida de la dosis. Así, el 80% de la dosis se deposita en la zona postcervical a través de dos orificios opuestos realizados con un diámetro específico; y el 20% de la dosis se deposita a través de un orificio distal en la unión útero-tubárica o en el interior de uno de los cuernos uterinos.
Para comprobar la eficacia del método, se desarrolló un ''exhaustivo'' proceso de diseño, investigación y ensayo que se prolongó durante dos años y permitió determinar si el semen se distribuía por los dos cuernos, se inseminó a las cerdas con azul de metileno para su posterior sacrificio, y se comprobó el resultado tras la extracción de los genitales-, así como la concentración y volumen óptimos de semen necesarios para el sistema.
Viernes, 17 de abril de 2009. Nota de prensa de Magapor