La Colibacilosis en lechones destetados e inicio de engorde es un problema persistente y creciente, y un buen diagnóstico puede ser la clave para resolver los brotes de diarreas y enfermedad de los edemas.
Existe gran cantidad de E coli, no necesariamente patógenos ya que forman parte de la flora intestinal habitual, y su detección no siempre aporta información relevante para la resolución del caso.
Mayoritariamente existen dos grupos de E coli patógenos, los ETEC (entero toxigénicos) y los STEC (productores de toxina Shiga o Verotoxina). Cada uno produce distintas toxinas y puede presentar diferentes combinaciones de factores de adhesión que los harán más o menos virulentos, pudiéndose presentar incluso de forma combinada. Los signos clínicos provocados dependerán del tipo y cantidad de factores presentes o producidos por estas bacterias.
Hoy existe un diagnóstico que permite detectar de forma fácil, mediante muestras fecales, la presencia de E coli patógenos y aporta información de gran utilidad respecto al tipo y factores de virulencia que contienen o producen mediante una PCR múltiple aplicada tras cultivo y aislamiento de cepas de E coli sospechosas.
Esta información permite conocer mejor la virulencia de las cepas de E coli presentes en la microflora de la granja, así como orientar de forma más eficiente y segura las estrategias de prevención y control.
17 de abril de 2014 - IDT